Imagínate un lugar donde la naturaleza despliega su magia, un rincón único en el litoral peruano: Punta San Juan, cerca de la ciudad de Marcona. Esta maravilla costera, ubicada a solo 3 kilómetros de Marcona, es mucho más que un paisaje impresionante; es un santuario de vida silvestre que te invita a ser parte de su encanto.
Aquí, las playas son hogar de la mayor colonia de lobos marinos finos en la costa del Perú, con miles de ejemplares que conviven en este refugio natural. También encontrarás al carismático lobo marino chusco, mientras que los elegantes pingüinos de Humboldt roban el protagonismo con más del 50% de su población nacional residiendo en este espacio. Aves emblemáticas como el pelícano peruano, el cormorán guanay y el piquero peruano completan un espectáculo único para los amantes de la naturaleza.
Punta San Juan, además de ser un festín visual, es un centro de observación y estudio, ideal para quienes buscan conectar con el mundo marino de cerca. La biodiversidad de este lugar, junto con el encanto de Marcona, hacen de este destino una parada imperdible para los aventureros y curiosos que desean explorar las joyas naturales del Perú.
Prepárate para descubrir un lugar donde la naturaleza despliega su poder y belleza: la Reserva Nacional de San Fernando, ubicada en el cautivador distrito de Marcona, en la provincia de Nazca, departamento de Ica. Este tesoro natural, con una impresionante extensión de más de 154 mil hectáreas, combina paisajes fascinantes y una biodiversidad que te dejará sin aliento.
En su sector norte, la Reserva ofrece playas de arena dorada que abrazan las desembocaduras de los ríos Ica y Grande, creando humedales estacionales cerca de la Punta Caballas. Es un rincón accesible, perfecto para conectar con la serenidad de la costa. Mientras tanto, el lado sur revela un mundo salvaje e indómito: la majestuosa ensenada de San Fernando, las enigmáticas lomas costeras y los imponentes y desafiantes acantilados del cerro Huasipara. Cada rincón de este paraíso cuenta una historia de vida y conservación.
La magia de San Fernando radica en la singular convergencia de tres ecosistemas: el mar, el desierto y las lomas. Este crisol natural da lugar a cadenas alimenticias únicas, donde especies endémicas y emblemáticas del mar peruano prosperan. Durante la temporada en la que las hembras de lobo marino chusco y fino alumbran a sus crías, los imponentes cóndores surcan los cielos en busca de las placentas que alimentan su ciclo vital. Un espectáculo de vida en su estado más puro.
Entre los riscos y acantilados se refugian y anidan multitud de aves extraordinarias, desde los chuitas y guanayes hasta los pelícanos, zarcillos y marisqueros. Los lobos marinos y los encantadores pingüinos de Humboldt encuentran su hogar en las playas e islas de la Reserva, creando una experiencia inolvidable para quienes buscan conectarse con la esencia de la vida silvestre.
San Fernando y Marcona son más que un destino; son una invitación a explorar, maravillarte y proteger este extraordinario rincón del Perú. ¿Estás listo para vivir esta aventura? ¡Te espera con los brazos abiertos!